miércoles, 7 de octubre de 2009

El otoño...deprime

Y será porque se caen las hojas, se hace antes de noche, hace frío y viento, y los zapatos me bailan porque el pie...se va escondiendo, se contrae y... hay mas cosas aún que se les contraen a otros y eso si que te termina de deprimir del todo. Y a menudo se escucha la frase esa de ... yo tenía...pues busca hijo, busca a ver donde se ha metido.
El otoño es mala época para los depresivos, se ponen mas tristes todavía, si cabe, que de hecho cabe, vaya, que se ponen mas tristes. Hay una mala noticia en los datos estadísticos de suicidios (y esto es una dura realidad), en otoño se disparan. Así que es época de mimar, de estar atentos y pendientes de los que tenemos alrededor, sobre todo si sabemos que no pasan por sus mejores momentos; o de nosotros mismos, y dejarnos mimar y cuidar y querer..
Pero la pregunta es: ¿por qué nos deprimimos ??? ¿por qué unas personas se deprimen y otras no? ¿es hereditario? ¿qué tipos de depresión existen? ¿tiene cura?
Resultará curioso lo que voy a decir, pero es así. Al igual que en el post sobre el estrés que ya escribí, podría decirse que la depresión también tiene una función adaptativa; no podemos olvidar que somos un organismo vivo que persigue la supervivencia y pondrá todos los medios a su alcance para lograrlo.
En el caso de la depresión, ¿qué función adaptativa puede tener? es fácil, ¿qué hacemos cuando nos deprimimos?, nos ponemos tristes, apáticos, nos recogemos...hacia nuestro interior, no salimos, nos cuesta trabajo hacer cualquier cosa y ni te digo levantarnos por la mañana, sobre todo si es para trabajar (la lucidez mental no se ve afectada afortunadamente), en una palabra...estamos ¡faltos de energía !!! y qué mejor para recuperarla que bajar el ritmo; pues eso es lo que hace el cuerpo al volverse perezoso, apático... conservar la energía que le queda. ¿Qué pasa cuando adoptamos esta actitud de decaimiento, tristeza...? pues que llamamos la atención de los demás...y nos cuidan y nos quieren masssss (Bien !!!), nos permite entrar en contacto con los demás, compartir con ellos lo que nos está ocurriendo y de esta manera podemos afrontarlo de otra manera o recibir ayuda externa; así que ya veis, nuestro binomio cuerpo-mente funciona, normalmente, a las mil maravillas y curra por libre mas de lo que pensamos.
Así pues cuando estamos deprimidos, nuestro cuerpo-mente reaccionan con una serie de comportamientos (abtimiento, tristeza, apatía...) que llamará la atención de los demás buscando intuitivamente su ayuda para recuperarse, increible, no?
Ahora que pasa cuando la frecuencia, intensidad, duración..de este estado se alarga demasiado, que pasa cuando este estado empieza a interferir con nuestra vida cotidiana, cuando deja de ser una situación pasajera motivada por un hecho externo acaecido en nuestra vida, cuando "deja de estar justificada"...pues que es posible que algo mas esté interfiriendo en nuestra recuperación y sería recomendable en este punto pedir la opinión de un especialista.
Sin duda alguna, hay razones de sobra para deprimirse...ver la cara al jefe por las mañanas, bueno...o por las tardes.. o a cualquier hora, ver la cara del jefe deprime casi siempre, pero hay situaciones realmente duras que ponen a prueba nuestro estado de ánimo o incluso nuestro equilibrio personal, situaciones muy estresantes (ya que el estrés sostenido en el tiempo desemboca en una depresión), y tristes como la pérdida de un ser querido, o cualquier tipo de pérdida...pero ¿cómo afrontamos estas pérdidas, las situaciones duras que tiene la vida?
Todos hemos podido observar que mientras que unas personas se hunden ante unas situaciones, para otras el mismo hecho significa una oportunidad para crecer, un reto o simplemente un palo pero...salen adelante. ¿Que diferencia a los unos de los otros? El modo de afrontamiento, activo o pasivo...tiene su raiz en los pensamientos, como pensamos acerca de lo que nos ocurrre condiciona totalmente la forma de enfocar la solución al problema, evitándolo (a ver si hay suerte y no me ve y pasa de largo, jeje), paralizándonos: "no volveré a ser feliz nunca" " no voy a ser capaz de superarlo.." o movilizándonos: "no puedo seguir así, ahora mismo me recojo los mocos en una coleta y me voy a la calle".
En la depresión juegan un papel muy importante los apoyos sociales; es fundamental saber expresar bien nuestras emociones para que los demás nos puedan comprender y acompañar en nuestro dolor; expresar nuestros sentimientos para que desde fuera puedan comprender lo que nos está ocurriendo y nos aporten alternativas diferentes a las que nosotros hemos barajado.
Sin embargo, hay que diferenciar bien cuando estamos hablando de una depresión exógena, en la cual existen unas situaciones que pueden justificar el estado que se siente y por tanto ser totalmente adaptativo y depresiones de origen endógeno en las que no encontramos razones, ni nosotros ni el que las padece (no sé por qué estoy triste, no tengo razones para ello) para encontrarse así y que pueden esconder algún otro problema bien de tipo químico-fisiológico o de otro tipo.
En cuanto a la sintomatología que acompaña a la depresión, podríamos agruparla en cinco grupos:
1. Síntomas anímicos: sentimientos de tristeza, abatimiento, pesadumbre o infelicidad, aunque también de irritabilidad, de vacío o de nerviosismo.
2. Síntomas conductuales o de motivación: Apatía, indiferencia, incapacidad para disfrutar.
3. Síntomas cognitivos: memoria, atención y capacidad de concentración disminuida. Pero también alteración de la propia valoración personal: autodepreciación, autoculpación, pérdida de autoestima.
4. Síntomas físicos: alteración del sueño (muy común), problemas para quedarse dormido, o despertarse a menudo durante la noche. Fatiga, pérdida de apetito, disminución de la actividad y del deseo sexual..etc etc
5. Síntomas interpersonales: deterioro de las relaciones con los demás.
Conocer la sintomatología puede ayudarnos a identificar qué nos está ocurriendo.
Los datos estadísticos muestran que 1 de cada 2 personas padecerá una depresión en algún momento de su vida. Tienes pocas posibilidades de escapar, jeje, así que, nada mejor que estar prevenido o vacunado para cuando llegue el momento.
Finalmente os quiero dejar dos libros que me parecen de lectura interesante para el tema de la depresión y una página web de consulta, aunque creo que aparece por algún link de los que tengo por ahí puestos.
Libro 1: "La fuerza del optimismo" de Luis Rojas Marcos
Libro 2: "Sentirse bien" de David D. Burns
Página web de consulta: www.superarladepresion.com
Continuará con otro post.
Felices sueños muñecos.